Sin darme cuenta del cómo me encontré otra vez hablando de ti, Malena me observaba y me dejaba seguir con mi historia a pesar de que no le gustaba escuchar tu nombre
-Otra vez terminaste hablando del tal Leandro-
En el fondo sabía que me diría algo como eso pero no puedo negar que un poco me escoció, porque para ellas, mis amigas, solo eras un nombre más, pero para mí siempre vas a ser muchas cosas.
-Perdón- no me quería disculpar en realidad -ya sé que me pongo pesada con esto pero hace mucho que no me pasa más nada-
Porque sí, desde que ya no estás me dejaron de pasar cosas, y no, no hablo de forma literal, no es que de repente mi vida se detuvo, todo sigue, pero a veces me da la impresión que hay un filtro gris que lo tiñe todo y hace que sienta menos las cosas, he vuelto a salir, a besar, a coger, pero ellos no eran tú entonces entran en la lista de cosas que no me pasan.
-No me mientas en la cara- me dice -el otro día me contaste que conociste un chico y te fuiste con él a su casa-
-No te estoy miento, el chico estuvo bien pero ya sabes que mis expectativas cambiaron-
Malena me mira mientras da un sorbo a su trago y no puedo no sentirme un bicho raro bajo su inspección pero sé que es porque ni ella ni nadie entiende lo que fui capaz de sentir en tus brazos y como me curó y me rompió para siempre.
-Tienes que olvidarte de ese chico ya está- y la forma en la que lo dice y me mira me hacen sentir un poco expuesta.
El problema no es olvidarte porque ya asumí que no vas a volver, lo que no quiero olvidar es que al menos una vez existí a través del otro, y si tu eres ese otro entonces hay un nudo que está atado entre tu nombre y mis recuerdos. Que las caricias que me quemaban a su vez dejaron encendida la llama de algo que es real, que tus manos recorriendo los rincones de mi cuerpo como si fuese un puzzle que tenías que resolver me dieron las respuestas que no buscaba, me rehúso a desechar de mi cabeza la sensación de que soy más que este cuerpo.
A veces pienso que lo soñé todo porque siempre fuiste un poco escurridizo, llegabas y te ibas sin avisar y yo me quedaba llena de todo lo que me mostrabas y vacía por todo lo que te llevabas.
-Sabes que siempre me costó mucho abrirme con los hombres y Leandro logró lo impensado, como quieres que no hable de él-
Male acerca su silla a la mía y me abraza
-No puedes seguir aferrada a un fantasma, estás idealizando a alguien que simplemente se fue, desapareció-
Mientras apoyo la cabeza en su hombro pienso en que fantasma es una gran palabra para describirte, pero no, yo se que fuiste real, porque cuando me besaste dejó de haber tierra firme bajo mis pies y aprendí a volar, porque mi desnudez frente a tus ojos no se sentía grotesca sino hermosa, porque las lágrimas que brotaron de mis ojos cuando mi mente moría y mi cuerpo lo sentía todo en tus manos me demostraron que no era una cáscara vacía.
En el bar la gente sigue charlando, moviéndose de un lado a otro, Male me sigue acariciando el hombro y yo cierro los ojos mientras pienso en que todos creen que te idealizo de más, pero no es eso lo que hago contigo, solo te atesoro como un recuerdo importante, solo agradezco que apareció alguien que al menos por un momento pensó más en mi que en sí mismo, que supo abrazarme cuando fui más vulnerable, y que si, te fuiste y te llevaste muchas ilusiones, muchas vidas posibles, pero así tenía que ser porque ahora me toca a mi descubrir de qué otras formas soy capaz de sentir.